Estoy cansada.

Cansada de intentar aparentar que todo acabó, que lo superé, que ya no me importas, que te he olvidado, que podemos hablar como amigos, que nada ocurrió, que no nos hicimos daño, que no fue real, que jamás lloré por ti.

Cansada de no poder aguantar escuchar tu voz como lo hacía antes, de que aparezcas cuando menos lo espero, de que tus amigos aparezcan en mi vida recordándome todo lo que vivimos, de que el destino conspire en mi contra, de recordar lo que fue e imaginar lo que no llegó a ser.

Estoy cansada de ti, por todo lo que me hiciste sentir, y de mi, por seguir sintiéndolo a pesar de saber que aquellos días no volverán.