miércoles, 28 de septiembre de 2011

Una mínima parte.

Porque muchas veces te preguntas a ti mismo: ¿de verdad merece la pena? Intentas pensar fríamente qué estás haciendo, por qué, para qué, por quién... y lo ves todo claro. Sabes que hay personas que te importan, tal vez más de lo que merecen, pero aun así te importan, confías en ellas y quieres su felicidad. ¿Por qué? Porque tienes la falsa creencia de que su felicidad es la tuya también. Y es por eso por lo que les ayudas en todo lo que puedes, das todo lo que tienes de ti y pierdes el culo una y otra vez por ellos.
Pero te da igual, porque sabes que lo que haces servirá y mucho, que estás echando una mano a alguien a quien puedes llamar "amigo", alguien que tristemente no ha sabido nunca, no sabe ahora y no sabrá jamás apreciar una mínima parte de lo que has hecho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario