lunes, 6 de febrero de 2012

Las secuelas del accidente con el ferrari

Escribo esto para desahogarme y sacar todos los pensamientos que tengo ahora mismo en mi cabeza. Ya no sólo como docente, sino como persona, he defendido la importancia de la etapa infantil en el desarrollo de la persona, pero más aún en cuanto al tema de la "inocencia".

Hoy, un amigo me ha confesado que con 7 años se metía en la cama con su amiga (otra niña de su misma edad) y ya tenían tocamientos sexuales. Al enterarme he sentido mil emociones a la vez: sorpresa, escándalo, impotencia, tristeza... y acto seguido me ha llevado a plantearme ¿cuándo comienza la verdadera sexualidad de una persona?

La infancia es una de las etapas más bonitas que una persona puede vivir. El sentimiento de inocencia, el no conocer lo que es el sexo. Que tus amigos sean simplemente eso, amigos, sin dobles intenciones, niños con los que jugar, reír y poder abrazar sin que nadie malpiense. Poder decir "te quiero" a quien quieras y cuando quieras sin consecuencias. Sin problemas.

Que tu mayor pensamiento "sexual" sea "me gusta X", le pediré que sea mi novio; y que eso (con un poco de suerte) consista en ir cogidos de la mano o dar algún beso rápido y vergonzoso.

Todos somos seres sexuales, y la sexualidad no es algo que aparezca de la noche a la mañana, nos acompaña desde que nacemos, pero necesita un periodo de maduración realmente importante antes de poder ser considerada como "acto sexual". Si adelantamos ese acto antes de que la maduración y crecimiento (físico y psíquico) haya tenido lugar, nos encontraremos con unas personas llenas de carencias en muchos ámbitos personales; precisamente, por culpa de esa inexistente evolución personal.

Como quien no visto jamás un coche y, un día, se pone a conducir un ferrari. 
El accidente está asegurado. 
Y las secuelas de éste acompañarán al conductor novato durante el resto de su vida.

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