Cosa de época.

Parecía que sí, que todo estaba olvidado, que tan sólo eras parte del pasado con recuerdos y nada más. Y sin embargo años más tarde sigo temblando cuando pienso en ti, me pongo nerviosa cuando pienso en la posibilidad de vernos, algo se me encoge por dentro cuando escucho tu voz, sigo teniendo miedo al saber de ti y emocionarme. Y, joder, cuanto te echo de menos. A ti y lo que teníamos.

Será cosa de la época en la que estamos, tal vez por eso no me guste este frío que me recuerda tanto a los años anteriores y ahora tan lejanos.