viernes, 14 de enero de 2011

Dolor de cabeza...
Llorar en casa, en la cama, frente al ordenador, bajo la ducha... Hay veces en las que se acumulan más y más cosas; pueden ser importantes, puede que no... lo único seguro es que después de horas llorando parece que ya nada es importante, y mucho menos tú mismo.
"Rosellini la dejó llorar. El llanto es una descarga de la emotividad. Cuando ésa llega a un punto grave de concentración es preciso abrir las compuertas del alma. Y el llanto, a veces, es su mejor cauce. Para un espíritu sensible como el ésta mujer, ¿cómo no habría de influir en su conciencia la visión de los monstruos, de los desechos de la humanidad, que la rodeaban?
-Escúcheme, Alicia. Somos muchos en esta casa los que no estamos dispuestos a dejarla naufragar. ¿Quiere que la informe de cómo marchan las gestiones?
-No, doctor. ¡Ya me da todo igual!
-¿No anhela salir de esta unidad y reunirse con los demás residentes?
-¡No!
-¿No desea dejar atrás las tapias del manicomio?
-Ya no.
Estaba sumida en una profunda inmotivada tristeza. Cada vez que intentaba pensar en ello, su pensamiento quedaba obturado. No podía seguir adelante, al igual que un corredor que para alcanzar la meta pretendiera perforar una pared."
"Los renglones torcidos de Dios"
Torcuato Luca de Tena.

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