"Puedes ponerte gafas de sol o mirar hacia otro lado, pero no me hace falta ver tus ojos, estás mal, demasiado mal y lo noto sólo por tu voz, así que voy a verte y ya me estás contando todo..."
La amistad aparece cuando menos lo esperas, cuando creías que sabías interpretar perfectamente tu papel de "chica normal".
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