Porque no me conoces.

Crees que sí, pero tu imagen de mi está muy lejos de la realidad. No me conoces, crees conocerme que es distinto. Los que me conocen saben distinguir que algo me ocurre nada más verme o incluso hablando por aquí. Porque soy de esas personas que a la mínima que le ocurre algo  no va pidiendo ayuda y cuanta más ayuda necesita más se encierra en sí misma hasta que no puede más. Soy de esas que llorará en la habitación y saldrá de casa con una sonrisa en la cara y que jamás te pedirá ayuda. Y no, no me conoces.

Cuando esté hablando por el ordenador contigo, si te digo "hola" es que algo va mal. 

Cuando me preguntas "¿qué tal?" te puedo decir "guay", "bien" o un simple "aquí andamos"; la 1ª opción es que estoy bien, la 2ª es que algo ocurre pero no hay que darle importancia, la 3ª es que no estoy bien pero no voy a contarte lo que me ocurre porque en realidad sé que no te interesa. 

Cuando realmente me estoy riendo te pondré un "jaaajajajaja" si me ha hecho gracia lo que has dicho y estoy sonriendo pondré un "jajaja"  pero en cuanto un "jeje" aparece es que estoy apunto de llegar a mi límite.

Si me ves maquillada es para poder ocultar mis verdaderos ojos (cuando no llevo gafas de sol) y que cuando alguien me diga "tienes los ojos llorosos" yo les pueda decir "es por el maquillaje".

Intentaré sonreírte siempre y escuchar una y otra vez. Pero los que de verdad me conocen sabrían decir cómo estoy sólo con escuchar mi voz. Cuando estoy agobiada es casi un susurro, no tiene fuerza alguna... Cuando estoy mal pero lo oculto suena demasiado dulce, lo que para ti significará que estoy bien. Cuando me altero, estoy nerviosa o me enfado se vuelve aguda y aparece mi acento "andaluz-familiar".

¿Pero qué más da? Podemos hablar mil veces, puedo ayudarte con todos tus problemas porque no puedo mirar hacia otro lado si alguien está mal, pero de nada sirve porque has tenido que leer toda esta mierda para conocerme un poco más. Crees que me conoces, pero sólo me juzgas por lo que soy contigo, no por lo que soy en realidad. Simplemente, no conoces nada de mi vida.